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Las quejas por las aglomeraciones en el metro ya duplican las de todo 2018

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid reconoce que Metro no funciona bien. "Se ha esperado más tiempo de lo necesario, se ha pasado demasiado calor...". Por eso, su primera visita institucional desde que juró el cargo ha sido a uno de los centros de gestión del suburbano madrileño. El vicepresidente regional acudió acompañado de Ángel Garrido, actual consejero de Transporte.

"Metro es una prioridad para nosotros", aseguró Garrido que dijo estar "configurando un equipo para hacer un análisis de la situación de Metro". Con sus palabras podía dar la sensación de que ambos acababan de llegar al Gobierno regional. Pero no es así: Garrido ejerció de presidente entre mayo de 2018 y abril pasado, con el PP, y pudo gobernar gracias al apoyo de Ciudadanos con Aguado de portavoz.

Si en esa época Metro ya evidenciaba graves problemas -incumplimientos sistemáticos de frecuencias, escasez de trenes, falta de maquinistas, hacinamiento en vagones, descapitalización...-, ahora la situación ha ido a peor. En lo que va de año, las quejas por aglomeraciones y largas esperas en Metro doblan a las de todo 2018: si el año pasado se pusieron 4.400 reclamaciones por estos motivos, hasta el 18 de agosto ha habido 9.756 quejas. Los datos sobre reclamaciones se refieren a quejas por escrito en el formulario web y por vía telefónica. No se incluyen las numerosas reclamaciones que muchos usuarios expresan en Twitter o Facebook.

Estas cifras evidencian el deterioro de un servicio que hace no mucho era promocionado por el Gobierno autonómico como "el mejor metro del mundo". De hecho, ayer Aguado repitió el mantra: "Mi compromiso pasa por que Metro de Madrid siga siendo uno de los mejores del mundo".

Este verano ha sido uno de los peores que se recuerdan en Metro: solo entre el 1 y el 18 de agosto se quejaron 1.965 viajeros. En general, agosto es para Metro un mes tranquilo debido a que se estima que la demanda se reduce un 40% con respecto al resto del año. Debido a ese descenso de viajeros, la compañía reduce el número de trenes en circulación. Pero este año, esa reducción de vagones se ha unido a los problemas que arrastraba la compañía. Así, las horas punta en agosto han sido especialmente duras con esperas que han superado los 10 minutos. Si un viernes de un mes normal en hora punta se pueden programar hasta 324 trenes, a las 14.00 del viernes 16 de agosto, la compañía tenía previsto que circularan 212. Ese día solo circularon 121 trenes, según las tablas de frecuencia de Metro.

Esas frecuencias vienen marcadas por el Consorcio de Transportes, organismo dependiente de la Comunidad, donde gobierna el PP desde 1995. El Consorcio es responsable de vigilar el cumplimiento de las frecuencias, pero nunca ha amonestado a Metro por no prestar correctamente el servicio.

A la vez que Metro programa menos trenes, Madrid atrae más turistas: en mayo y junio la ciudad batió récords de pernoctaciones. Con menos trenes y más viajeros de lo esperado, aumentan tanto las aglomeraciones en los vagones como las esperas en andenes. También hace más calor. Otra de las quejas recurrentes durante este verano ha sido la de la ventilación: en algunos vagones han llegado a alcanzar los 32 grados.

"Lo más valioso que tienen los madrileños es el tiempo y no hagamos perder el tiempo a los madrileños", dijo ayer Aguado que hizo gala de los 11 nuevos maquinistas que se incorporarán a la compañía el próximo 5 de octubre. Son los últimos del centenar de incorporaciones anunciadas en diciembre de 2018 por el propio Ángel Garrido. Esos conductores se sumaban a los 360 contratados en octubre de 2015, cuando Cristina Cifuentes estaba al frente de la Comunidad.

"Todavía faltarían más de 200 conductores", calculan desde los sindicatos. Tras estas incorporaciones Metro contará con 1.862 maquinistas, menos que en 2013, cuando se movían en torno a los 2.000. Ese año, la empresa hizo un ERE que afectó a 600 trabajadores. Por otro lado, la compañía lleva tiempo anunciando que adquirirá 60 nuevos trenes, que tardarán al menos dos años en circular.

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El vicepresidente reconoce que el Metro va lleno y tarda mucho

«Sé que a veces Metro sufre momentos difíciles, este verano y en estos últimos tiempos no se han hecho las cosas bien». Con estas palabras, el vicepresidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, reconocía públicamente lo que muchos usuarios llevan denunciando años: las deficiencias en el funciona
miento del servicio público de transporte más utilizado de la región. Aguado estrenó su agenda pública como vicepresidente, y el consejero de Transportes Ángel Garrido la suya, con una visita cargada de simbolismo: a las cocheras de Metro en Canillejas.

Allí, han saludado a los últimos trabajadores contratados por Metro, que reciben en la actualidad cursos de formación antes de incorporarse a sus tareas. Entre ellos, a los once maquinistas que el 5 de octubre estarán ya conduciendo trenes y que son los últimos de los 100 contratados de urgencia, tras las quejas de los usuarios y la prolongada huelga que mantiene el Sindicato de Conductores desde hace más de un año.

A Aguado no le han dolido prendas al reconocer los hechos: «Haremos todo lo que está en nuestra mano porque la gente, si ha pasado calor, deje de pasar calor; si ha habido hacinamiento y demasiados minutos de espera en los andenes, se deje de producir».

No anunció ninguna medida nueva, pero insistió en la voluntad del Gobierno de poner soluciones, «cuidando al personal, las instalaciones y las infraestructuras».

Margen de confianza

El portavoz del Sindicato de Conductores, Juan Antonio Ortiz, manifestó a ABC que los trabajadores han dado «un margen de confianza al nuevo Gobierno, hasta que nombren a un consejero-delegado de verdad», para ver «con qué talante vienen». La visita de ayer le pareció «un paripé, una fotografía; lo que tienen que hacer es bajarse en hora punta al Metro y hablar con la gente». No obstante, agradeció que «se reconozca que hay problemas; es un paso importante. Lo siguiente es que pongan soluciones reales».

En la sala de simulación de conducción de Metro, once maquinistas ya contratados reciben formación para manejar un convoy. Algo que harán a partir del 5 de octubre, uniéndose a los 1.800 maquinistas en activo, según datos de la compañía. Ellos son los últimos de los 100 conductores contratados para cubrir la demanda; menos de los 350 que reclamaba el Sindicato.