El agujero negro de la línea 7B - SCMM
El agujero negro de la línea 7B - SCMM

El 5 de mayo de 2007 el Gobierno de Esperanza Aguirre inauguró la ampliación de la línea 7 de Metro que llevaba el suburbano hasta las localidades de Coslada y San Fernando de Henares. Desde entonces, ha sido cerrada hasta en nueve ocasiones y, esta vez, no hay fecha de reapertura.

Este metro iba y venía hasta la estación de Estadio Olímpico (actual Estadio Metropolitano), clave para las aspiraciones de la capital de logar los juegos de 2016 y que fue inaugurado semanas antes de unas elecciones, con el único objetivo de obtener un beneficio político que ha acabado en un malgasto de decenas de millones de euros desde su apertura.

La primera alerta llegó semanas después de la inauguración cuando tanto el Gobierno como los vecinos de San Fernando de Henares se percataron de que los cristales de los vagones, al llegar al pueblo, aparecían cubiertos de una capa de salitre.

En San Fernando el metro se está hundiendo lentamente desde hace diez años y afectando a todo lo que hay construido encima, en concreto a 76 viviendas que han denunciado grietas y desperfectos desde 2008. En la actualidad hay 24 familias que han perdido sus casas.

No existe ninguna solución, salvo la de mantenimiento

En un principio el trazado iba a ir situado para que quedara el final de línea direccionado hacia Torrejón de Ardoz, por si algún día se prolongaba, pero en el último momento decidieron cambiar el trazado y que finalizase en el Hospital del Henares.

El problema que hay en esta línea tan solo tiene la solución de mantenimiento porque el estudio topográfico y el proyecto se ejecutaron mal. En principio, el análisis que se hizo del terreno no contemplaba el trazado de la línea tal y como se conoce actualmente. Y es cuando ya está aprobado ese estudio topográfico, cuando se cambia el recorrido por los motivos políticos anteriormente mencionados.

Al cambiar ese trazado, este acaba pasando por un terreno que contiene mucha agua subterránea, que además contiene una alta presencia de sal. Los materiales y segmentos que se utilizaron para su construcción no contenían estas cualidades capaces de actuar contra el salitre, por lo que acaba perforando el cemento y se filtra.

Por tanto, conviven dos problemas. Han hecho un túnel subterráneo en un sitio que prácticamente debería ser subacuático, el cual, se llena de hormigón y cemento y se acaba hundiendo la superficie, y por eso se producen los agrietamientos de las casas.

No hay otra solución que lo que se está haciendo de manera recurrente: cada cierto tiempo, cerrar la línea y llenar de cemento el túnel subterráneo, pero al final el agua siempre vuelve a su cauce.

Más de 200 viviendas afectadas

A los vecinos de San Fernando de Henares se les han ido bajando las casas y apareciendo grietas porque tienen un túnel que se está moviendo continuamente, provocando el hundimiento del terreno de arriba. Este es el problema que tienen más de 200 viviendas en San Fernando.

Al principio, a aquellas familias que se vieron obligadas a abandonar sus casas se les vendió la historia de que era por obras de rehabilitación y que durarían un par de meses. Entonces, se realojaron en apartahoteles pagados por la Comunidad de Madrid de forma provisional, hasta que en mayo de este año, demolieron las más afectadas.

La solución fue indemnizar a esas familias que han perdido sus casas pero habrá que esperar a enero de 2023 para que todas ellas puedan recibir el dinero íntegro. Sin embargo, nadie les va a devolver sus casas de toda la vida llenas recuerdos de tantos años debido a las negligencias cometidas en su día por el Gobierno.