En febrero de este año, Metro de Madrid anunciaba la compra entre 60 y 69 trenes con posibilidad de circular sin maquinista. Sin embargo, esta noticia no es ninguna novedad. Ya en 2018 la empresa anunciaba esta misma adquisición para mejorar las infraestructuras e instalaciones.
Hace tres años, Borja Carabante, consejero delegado de Metro de Madrid por entonces, prometía la compra de 60 trenes nuevos tras la retirada de aquellos que contenían amianto, teniendo como resultado aglomeraciones, ya que estos nunca llegaron. Los trenes que se pretendían comprar ni eran suficientes ni iban a llegar de forma inmediata como quisieron hacer ver a los usuarios de Metro. Para llevarlo a cabo hace falta una licitación y, sobre todo, su construcción, y eso es un trámite que puede durar varios años. Esta noticia ya fue desmontada, por entonces, por parte del Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid.
Entonces, ¿se ha solucionado el problema de las aglomeraciones en Metro? A día de hoy, el número de trenes en circulación sigue disminuyendo debido a su paralización por la aparición de amianto, por lo que la compra de nuevos trenes sólo servirá para cubrir los que están quitando por la mala gestión durante años de Metro. Además, si antes de la retirada de los mismos por este material cancerígeno ya se encontraban los vagones abarrotados, sobretodo en hora punta, ahora la situación es igual o peor.
En 2018 Carabante especificó que esos nuevos trenes serían solo de gálibo ancho. Es entonces cuando el sindicato aconseja que esa adquisición también debía incluir trenes de gálibo estrecho, que son los que circulan por la línea 1 y 5, coincidiendo con el modelo 2000, lo trenes más antiguos que siguen funcionado en la actualidad – concretamente 40 años – y están llenos de amianto, por lo que son los que con más urgencia deben de cambiar.
También, estos nuevos trenes que pretendía –y supuestamente pretende– comprar Metro de Madrid podrán circular sin maquinista con cabinas escamoteables, es decir, esta podrá ir acoplada y, cuando se desee, retirarla para convertir el tren en automático. Pero claro esto implica una mayor inversión.
Por tanto, si el objetivo inicial es comprar trenes que sustituyan a los que se encuentran llenos de amianto, siendo lo que más tienen los de gálibo estrecho ¿Por qué se empeña Metro de Madrid en adquirir solo lo de gálibo ancho? Resulta contradictorio.
Además, el actual consejero delegado de Metro de Madrid, David Pérez alude ese retraso de la compra de los nuevos trenes por la pandemia y su correspondiente pérdida de viajeros, llevando consigo una perdida de ingresos importante. Ahora con la subida de la luz, ese presupuesto todavía se ve más reducido. Sin embargo, este proyecto se planteó en 2018 inicialmente y no en 2020 ni 2021. ¿Están retrasando todo lo que pueden esta inversión que, quizás, va a permitir que las aglomeraciones se reduzcan?
Las solución, sin duda, es no invertir ese presupuesto limitado –que consta de 700 millones de euros aproximadamente – en la compra de trenes con cabina escamoteable y centrarse en el objetivo inicial: sustituir el mismo número de trenes que tienen amianto por el mismo número de trenes que no lo tienen, pero tanto de gálibo ancho como estrecho, para eliminar definitivamente este material de los convoyes. Una vez que se haya conseguido esto, ya se podrá pensar en hacer una nueva inversión: trenes automatizados.