Hasta 2019 los maquinistas de Metro de Madrid no contaban con un protocolo en caso de incidencia en el servicio por arrollamiento, por lo que los maquinistas que sufrían este tipo de incidentes tan solo contaban con un par de días de permiso y luego se incorporaba a su puesto de trabajo. Sin embargo, esta situación no era la idónea para aquellos maquinistas que tenían que pasar por estos duros momentos, por esta razón, esta fue una de “las reclamaciones que tenía el colectivo desde el principio”.
Así el Comité de Seguridad y Salud, tras un año de negociación con la dirección, consiguió que se redactase un protocolo de actuación antes estas situaciones. “La representación de la dirección al principio no lo veían necesario, pero después de mostrar varios casos de maquinistas de tracción eléctrica que tuvieron problemas en su reincorporación al servicio, y de entregar un informe del colegio de Psicólogos de Madrid, y de aportar documentación de psicólogos acostumbrados a tratar estrés postraumático, se consiguió comenzar la negociación”, explican desde el Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro de Madrid.
De este modo, se redactó el Procedimiento Operativo y Asistencial a empleados en caso de Incidente en el Servicio por Arrollamiento que recoge cuál es el protocolo de actuación en el caso de que un maquinista sufra un arrollamiento. Este texto indica que, antes estos casos, debe comunicarse de manera inmediata con el Puesto de Mando de Trenes para notificar la incidencia, y se desplazará a los Mandos Intermedios o al personal técnico para la atención de la incidencia en todos sus aspectos, así como para la primera asistencia in situ, que será realizada por personal sanitario y/o psicólogo del SAMUR.
Después de que el Puesto Central notifique el hecho al médico de guardia, este establecerá contacto con el maquinista de modo inmediato para recabar información sobre su estado de salud y determinar las actuaciones. Posteriormente, el maquinista o personal afectado podrá ser atendido en la clínica de Canillejas del Servicio de Salud Laboral y estará acompañado en todo momento. “El acompañamiento es obligatorio, bien por un mando intermedio o por un compañero, a parte, si nos lo comunican, solemos también acompañarlo algún miembro del SCMM”, explican. Este acompañamiento es esencial para “tranquilizar al maquinista afectado y dejarle claro que, en ningún momento, fue el responsable de dicho arrollamiento”, puntualizan.
Tras pasar por la consulta, el médico del Servicio de Salud Laboral (SSL) valorará la necesidad de tratamiento médico específico, la derivación para valoración especializada del área de Psiquiatría o Psicología, así como la necesidad de emitir una baja laboral y la duración de la misma. “Al ser una baja laboral, se determina en función del caso, no a todos los trabajadores les afecta del mismo modo, por lo que se emite dicha baja en función de cada situación”, aseguran.
Independientemente de la situación laboral del trabajador, el médico del SSL contactará con el trabajador durante el tratamiento o en caso de baja, con carácter previo a su incorporación para determinar la periodicidad del seguimiento, hasta su resolución. “El servicio de medicina laboral hace el seguimiento del trabajador viendo su evolución e, incluso, posteriormente para ver que está completamente operativo”.
Sin embargo, si una vez que el maquinista se reincorpora a su puesto laboral considera que no se encuentra en condiciones para prestar servicio, debe comunicar esta situación a su Mando Intermedio, y será derivado nuevamente a la Clínica del Servicio de Salud Laboral para una nueva valoración, aunque, desde el Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid aseguran que “afortunadamente no es lo habitual, pero sí que en algún caso nos encontramos esta situación”.